El popular juego para móviles Angry Birds, de la empresa desarrolladora Rovio, salta de las pantallas a la vida real con una espectacular acción de "street marketing" llevada a cabo por la empresa T-Mobile en la ciudad de Barcelona. En mi opinión, es una acción que seguramente no ha resultado barata, porque la tecnología que lleva por detrás es enorme, pero que seguro que ha hecho ganar a Angry Birds una gran notoriedad y ha hecho que aumenten las descargas del juego. Es una acción, simplemente, espectacular, que no puedes ignorar si la ves y que llama muchísimo la atención, como queda demostrado por el gran número de gente que se aglomeró alrededor del "escenario" especialmente montado para la ocasión.
Cualquier persona que pasara por el stand de Angry Birds, podía coger un iPhone, y ver cómo lo que ocurría en la pantalla se trasladaba inmediatamente a la vida real, enfrente de sus ojos, con el consiguiente asombro. Después de la natural curiosidad de los transeúntes y la consiguiente aglomeración de gente, la organización lanzó muñecos de peluche del juego y globos gigantes para que todo el mundo se divirtiera y disfrutara de la experiencia, porque al fin y al cabo, lo que perseguía la acción era que la gente disfrutara de la "experiencia Angry Birds"; que la gente que aún no conociera el juego, supiera de su existencia y se diera cuenta de que jugar a Angry Birds era una experiencia, que es más que un juego, es un fenómeno. De hecho, su presencia en casi todas las marcas de terminales y sistemas operativos para móviles, así como los 350 millones de descargas que se han producido de este juego desde que se lanzó al mercado en diciembre de 2009 así lo atestiguan.
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